lunes, 25 de febrero de 2013

LITERATURA. DEHESA DE PILARES

Los alumnos/as de 4º B han hecho una redacción sobre la dehesa de Pilares
   

Era sábado, estábamos en primavera. Hacía un día espléndido, soleado y con muy buenas temperaturas.
Pronto llegaron mis primos de Alcalá de Guadaira. Se llaman Lucía y Alejandro. Lucía tiene 13 años y Alejandro 9.
Primero íbamos a ir al parque, pero al final decidimos ir a Pilares, ya que mis primos nunca lo habían visitado.
Fuimos en bicicleta. Al llegar, buscamos un merendero para sentarnos a descansar, porque veníamos muy cansados. Bebimos agua y nos comimos unos bocadillos que mi madre había preparado. Se nos ocurrió dar un paseo, visitamos el arroyo por el camino de la Rivera. Allí nos paramos a buscar cuarzo. Mi primo y yo encontramos uno muy brillante. Luego visitamos los pozos, en ellos observamos que no tenían mucho caudal.
De repente, mi prima divisó un gran medallón colgado sobre la rama de una gran encina. Todos nos acercamos, lo estuvimos tocando. Era un objeto muy extaño con dibujos muy raros. Fue casualidad que todos tocamos un botón, entonces apareció un gran estruendo de luz. Aparecimos en un gran campo. Habíamos retrocedido en el tiempo. Nos dimos cuenta de que estábamos en Pilares. La dehesa era mucho más grande y la encina donde nos encontramos el medallón aún era pequeña. Intentamos salir de allí pulsando el mismo botón, cuando tocamos otro. De nuevo apareció el torbellino de luz.
Esta vez no habíamos retrocedido en el tiempo, habíamos avanzado al futuro. Era la misma dehesa pero muy contaminada, con los árboles talados, no habían plantado nuevos árboles, aquellos estaban tristes y apagados. Vimos un señor que observaba los olivos destruidos. Le preguntamos qué había pasado. El señor nos contestó que la gente no había respetado y cuidado la dehesa y las acciones humanas la habían destruido.
Tocando todos los botones conseguimos volver al presente. Hablando y hablando sobre lo visto, decidimos hacer una campaña para conseguir que no ocurriera. La campaña duró un mes. Intentamos volver al futuro. Pilares estaba muy, muy, pero que muy limpio, con muchos más árboles.
Lo habíamos logrado. Sin tocar nada volvimos a nuestro tiempo y a nuestra casa, ya no teníamos el medallón, como si nada hubiera pasado. Estábamos muy cansados y nos acostamos.
Fue una aventura increíble.
Todos debemos de colaborar en el cuidado de Pilares.